Todos los nacidos y criados en
Hinojosa de la Sierra tenemos grabado desde nuestra niñez el peregrinar con los
cántaros y los botijos para recoger agua en la fuente, ubicada en el interior
del recinto del palacio. Debíamos acudir siempre antes de media mañana, el
resto del día ya no podíamos disfrutar del caño continuo y abundante que se
vertía sobre el estanque, es posible que sin darnos cuenta este motivo nos haya
llevado a tener nuestra propia fuente. Después de muchos años ha llegado ya el
momento. En la actualidad se trata de un elemento ornamental y emblemático para
el pueblo, junto a la plantación de árboles y acondicionamiento de la zona para
parque, será una zona de reunión y ocio para los habitantes de este pueblo.
Esto ha sido posible gracias a la donación de las piedras por parte familia
Urquijo-Barreiros y a los trabajos realizados por los voluntarios, lo que ha supuesto
un coste mínimo para el Ayuntamiento. Es evidente que trabajando de forma
conjunta se pueden conseguir grandes objetivos.
Recordamos que no hace muchos años en
nuestros pueblos estas tareas de voluntariado, entonces llamadas hacenderas,
obras…, eran lo habitual y estaban aceptadas por toda la comunidad. Antes eran
necesarias y actualmente también, no solo contribuyen a conseguir las metas que
de otra forma nunca podrían materializarse, sino que además mejoran la
convivencia entre los habitantes. Este último año han sido numerosas las
actuaciones del voluntariado en nuestros pueblos y tenemos que seguir en esta
misma línea. Desde aquí os queremos animar a todos aquellos que todavía no
habéis formado parte en estas tareas a que lo hagáis. Todos los voluntarios son
necesarios y cada uno puede aportar lo que mejor sabe hacer. Cuantos más
seamos, mayores pueden ser nuestros retos. ¿Dónde está nuestro límite?
Miguel Ángel Delgado
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