Como todos los
años, la mayor parte de actividades se concentran en agosto; el municipio
rebosa de vida, rebosan los bares, rebosan las tiendas, rebosa "el
chorrón" y no por el agua precisamente. Nuestras infraestructuras se
quedan justas y, algunas, cortas. Pero nos gusta que "haya gente" y
estamos orgullosos de la capacidad de atracción que tiene El Royo y las pedanías
de la vega Cintora.
Tras la verbena del
"mantón" se van vaciando los pueblos y la rutina recobra el ritmo.
Con el recuerdo reciente de lo vivido se van adivinando en el horizonte nuevas
convocatorias. El día 16 de este mes el concierto de la coral Ars Musicae,
alguna "correría", la "III San Vilviestre"...que ya asoma,
y los trabajos pendientes del voluntariado: desmontaremos el quiosco y
arrancaremos de nuevo esa cabalgata generosa que tira de todos y que hace que
el municipio sea cada día mejor.
Esa generosidad que se manifiesta en los que aportan
memoria y nombres de los parajes del término. Generosos son los que ayudan y
hacen posible las "jornadas del Indiano y la Migración", generosas
las organizadoras del "Certamen del Mantón de Manila", generosa la
Comisión de Fiestas, generosos los que adornan con flores sus fachadas, los que
concursan con sus fotos, generosos los patrocinadores que apoyan cualquier
actividad desinteresadamente, generosos los profesionales que aportan
maquinaria y pericia cuando se les necesita, también, los que compran papeletas
para los sorteos y en fin, una gran cabalgata que no acaba y que tira de todo y de todos,
que tiene tanta fuerza, que lo mejor que puedes hacer es ¡DEJARTE LLEVAR!
Roberto García
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